Cada vez que hay una crisis en algún país productor de petróleo el precio de éste se dispara. En parte por la incertidumbre y en parte (sobretodo) por el gran negocio que se esconde detrás de esta materia prima. Cuando pasen unos meses, la crisis de Libia pasará (ojalá que muy pronto por el bien de los libios) y todos olvidaremos que las medidas para ahorrar petróleo deben ser PERMANENTES y responsabilidad de TODOS.
No sólo de los políticos, a los que es patético ver estos días como se enfrentan por el tema de la limitación de velocidad, sino toda la sociedad, grandes, chicos, hombres, mujeres, niños, adultos... Hay que hablar de ello en casa, en la escuela, en la calle...
Hay muchas medidas que se pueden tomar. La reducción de la velocidad en autovías es una más. Reducir las velocidad en población sería otra. Utilizar el transporte público, otra. Usar la bici, consumir menos productos con componentes plásticos, evitar desplazamientos innecesarios, fomentar el teletrabajo...
Son medidas que todos conocemos y que por dejación e irresponsabilidad no ponemos en práctica de manera rotunda. No obstante, por si alguien aún no sabe qué hacer,de esas medidas se habla en la siguiente página de la revista Consumer