Vistos los resultados de la cumbre de Copenhague que confirman una vez más la distancia entre las demandas de la gente normal y las respuestas de la clase política, no nos queda otra que seguir luchando solos (pero unidos) contra las consecuencias del cambio climático.
Seguro que en casa y en la escuela podemos vivir confortablemente con un grado menos de temperatura en invierno y un grado más en verano.
Seguro que aún tenemos algún aparato en "stand by" que podemos apagar.
Seguro que podemos reducir unos kilómetros más al mes el uso de coche.
Seguro que hay algo más que reciclar.
Seguro que los chicos y chicas encuentran cosas divertidas a las que jugar que no consuman electricidad.
Seguro que podemos dar las clases con igual calidad con unas cuantas fotocopias menos.
Seguro que... en cada casa y en cada escuela se os ocurren un montón de ideas más para luchar contra las consecuencias del cambio climático sin necesidad de que haya que reunirnos en ninguna cumbre ni tener que firmar ningún protocolo.
Y si los políticos no saben qué hacer pues que vuelvan a la escuela.