Los árboles absorben dióxido de carbono, con lo que contribuyen a la lucha contra el cambio climático, actúan como un "sumidero" de CO2. Un estudio realizado por la Universidad de Sevilla dirigido a averiguar la cuantía exacta de dióxido de carbono que cada árbol absorbe, pone de relieve la existencia de grandes diferencias en cuanto a la absorción de CO2 por parte de cada especie. Así, entre las forestales las más eficientes son el pino carrasco y el piñonero, que absorben 48.870 y 27.180 kilos de CO2 al año. En cambio, el alcornoque sólo absorbe 4.537 kilogramos. Dentro de las especies arbóreas habituales en las ciudades, la melia es la más eficiente. Así una calle con diez de estos árboles absorbería al día el CO2 emitido por 10.373 vehículos (cada uno libera 200 gramos por kilómetro recorrido). En cambio, la misma calle con acacias de tres espinas sólo absorbería el de 1.619 vehículos; con jacarandas, el de 1.405 y con olmos, el de 1.320.
En el estudio se estima que un kilómetro cuadrado de bosque genera mil toneladas de oxígeno al año, que una hectárea arbolada urbana produce al día el oxígeno que consumen seis personas, o que un árbol de unos 20 años absorbe anualmente el CO2 emitido por un vehículo que recorre de 10.000 a 20.000 kilómetros.
La vegetación es "un elemento muy importante" contra el cambio climático por su función de preservación de la naturaleza, y por su papel de sumideros naturales de CO2., es gratis, no requiere de sofisticadas tecnologías y tiene una gran capacidad de desarrollo en un país como España, muy arbolado y con muchos espacios protegidos por eso hay que potenciar la reforestación, y ampliar significativamente los espacios verdes de las ciudades